"El tren loco", titula Die Zeit, que analiza la mala gestión de Deutsche Bahn AG, rebautizada como "Wahn AG" (empresa loca). La red ferroviaria alemana "desespera a la población" ya que los responsables políticos invierten en ciertos proyectos estrella en detrimento de los trazados regionales. El semanario cita el nuevo trazado Berlín-Munich, que supuestamente acortará el trayecto a 3 horas y 45 minutos y que forma parte del futuro eje transversal ferroviario europeo que unirá Escandinavia con Sicilia. Pero en el centro de Alemania, una treintena de nuevos puentes, cada uno de un coste de unos 20 millones de euros, están inutilizados por falta de vías de conexión, de barreras acústicas o de túneles. Se cuestiona la megalomanía de los responsables políticos, a menudo regionales, que han preferido trazados complicados que comunican ciudades de tamaño medio de su región en lugar de trazados más simples y menos onerosos.
Die Zeit también cita como ejemplo la línea Róterdam-Génova, "destinada a repartir por toda Europa importantes volúmenes de mercancías importadas a través del puerto holandés" pasando por el Rin y Suiza. Mientras que los holandeses terminaron hace tres años su trazado (en parte subterráneo) y los suizos acaban de excavar el túnel de San Gotardo, "en Alemania no pasa nada" y los trenes "siguen circulando en zigzag sobre vías de 150 años de antigüedad".