"¿Qué han ganado los rumanos con la caída del Gobierno de Mihai Răzvan Ungureanu?", seplanteaVoxPublica. El 27 de abril, el gabinete de centro-derecha se descompuso, después de que una veintena de diputados dimitiesen, y el presidente Traian Băsescu nombró a un primer ministro de izquierda, Victor Ponta, de 39 años.
"Se han ganado la confianza de los rumanos, porque la caída realmente se produjo en enero”, cuando los "indignados" rumanos comenzaron a manifestarse en contra de las medidas de austeridad, según recoge la página de información de Bucarest:
Ni el presidente del país ni la ex coalición en el poder comprendieron que los rumanos no esperaban un cambio de personas [una remodelación ya tuvo lugar el 6 de febrero], sino un cambio en la orientación de Rumanía, en su política económica. [...] El estatu quo según el cual quienes ostentan el poder pueden hacer todo lo que quieran sin tener ninguna responsabilidad ha terminado.
Vox Publica advierte de que hasta las elecciones legislativas previstas para noviembre, "cualquier error puede volverse contra Ponta”. Para el nuevo jefe de Gobierno, el mayor riesgo es la constitución de un "Gobierno de duración limitada: las personas capaces no querrán asumir un mandato tan corto y los de la vieja guardia socialista querrán al fin satisfacer su sed de poder…".