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"El ministerio de Transporte por fin ha identificado las razones por las que no hay suficientes autopistas en Rumanía", ironiza Gândul. "Los culpables son los lobos "calientes", los osos estresados y los sapos", explica en portada el diario de Bucarest. Las autopistas deben tener en cuenta el bienestar de estas especies para obtener el aval del ministrio de Medio Ambiente en cada obra iniciada. Esto se añade a la presencia de vestigios históricos. "En el momento en el que se anúncia un proyecto, decenas de sitios arqueológicos aparecen, como si los dacios y los romanos hubieran sabido por donde iba a pasar nuestras autopistas", se queja Radu Berceanu, el ministro de Transporte. Rumania cuenta únicamente con dos autopista en la actualidad.
