Alemania podría ser pronto objeto de una investigación especial de la Comisión Europea debido al supéravit por cuenta corriente que registra. Este indicador, que indica la balanza comercial del país, no debe superar el 6% del PIB. Sin embargo, desde 2007, la balanza por cuenta corriente de Alemania ha excedido regularmente de dicha cantidad, y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, estima que podría representar el 7% del PIB en 2013 y el 6,6% en 2014, precisa Die Welt.
Vivamente criticado por el Departamento del Tesoro norteamericano, que recientemente ha reprochado a Alemania causar una “distorsión deflacionista” en la zona euro por su balanza comercial desequilibrada, ahora es el turno de “la UE para echar pestes contra la fuerza de las exportaciones alemanas", señala el diario:
Rehn pide a Alemania que refuerce la demanda interna. Ello quiere decir que Berlín debería invertir más dinero en las infraestructuras, bajar los impuestos, aumentar los salarios de bajos ingresos y liberalizar el sector terciario. Demandas que existen desde hace años, pero, según la Comisión Europea, Berlín no ha hecho los esfuerzos suficientes.
Dicho de otro modo, subraya por su parte Frankfurter Allgemeine Zeitung, “los críticos al excedente comercial alemán reprochan a Alemania procurarse ventajas de competencia manteniendo los salarios bajos, lo que expulsa del mercado a las empresas de otros Estados”.