“Municipios se niegan a devolver decenas de hectáreas a los polacos”, informa Lidové noviny. Según explica el diario de Praga, en 1958 se delimitó erróneamente la frontera entre Checoslovaquia y Polonia. En la actualidad, a modo de compensación para Polonia, que no acepta una reparación económica, el ejecutivo checo ha decidido restituirle una parte del territorio del Estado al norte de Bohemia y de Moravia: 368 hectáreas en total, lo que ha suscitado las violentas críticas de los ayuntamientos afectados, que temen que la reducción de la superficie de sus municipios se traduzca en una disminución de las subvenciones. Inspirándose en la campaña de protesta contra la instalación en la República Checa del radar del escudo antimisiles estadounidense, los ayuntamientos quieren granjearse la simpatía de la opinión pública y, “si fuera necesario, convocar un referéndum”.
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