“Tras cinco años de crisis financiera, los bancos europeos son todavía ‘demasiado grandes para quebrar’”, escribe The Financial Times en un informe sobre el análisis de los bancos comunitarios llevado a cabo por el Royal Bank of Scotland (RBS).
El RBS asegura que los bancos más grandes de Europa necesitan deshacerse de 3,2 billones de euros en activos financieros de cara a 2018 para cumplir los términos del Acuerdo de Basilea III, que fue diseñado en 2010 para establecer un panel internacional de supervisores y autoridades bancarias en Suiza para evitar que los contribuyentes vuelvan a financiar los rescates de los Estados en quiebra.
Según los análisis, los mayores bancos de la eurozona “tendrán que deshacerse de 661.000 millones de euros en activos y generar 47.000 millones de euros de capital nuevo en los próximos cinco años”. El diario económico señala, sin embargo, que:
Esta carga es mucho más pesada para los bancos más modestos, que tienen que retirar 2,6 billones de euros de sus balances, lo que, como consecuencia, hace que aumente el miedo de que el préstamo a las pequeñas y medianas empresas se vea drásticamente reducido en la eurozona.
El Financial Times cita a James Chappell, el analista bancario de Berenberg, que defiende que “los bancos todavía no tienen capital suficiente” para hacer frente a las deudas que ostentan, a pesar de que las cifras del Banco Central Europeo (BCE) muestran que ya han reducido dicha cuantía en 2,9 billones de euros desde mayo de 2012.
En este contexto, publica Le Monde, “el próximo año es crítico para el sector bancario”:
El BCE se hará cargo, en otoño de 2014, de supervisar los 200 bancos más importantes de Europa. Antes de eso, tendrá que llevar a cabo una detallada revisión de las cuentas de todas las entidades bancarias, lo que representa una oportunidad única para sanear el sector. Pero sólo existe una oportunidad. “Si el BCE no consigue detectar los riesgos, minará su propia credibilidad como autoridad de política monetaria", explica el economista Nicolas Veron, del laboratorio de ideas Bruegel en Bruselas y del Peterson Institute en Washington. Esto podría volver a poner en marcha las ruedas de la crisis...