Los líderes sindicales deberán hacer importantes concesiones para que siga abierta la planta petroquímica de Grangemouth, en Esocia, después de que su propietaria, Ineos, anunciara esta semana que cerrará la factoría, con la pérdida de 800 empleos, escribe The Scotsman.
Las instalaciones, que aportan 1.000 millones de libras (1.200 millones de euros) a la economía escocesa y supone un 2% de su PIB, manufactura productos de una refinería cercana, pero ha estado perdiendo 10 millones de libras al mes, después de reducir al 60% su capacidad.
El anuncio ha llevado a los Gobiernos escocés y británico a ofrecer un importante paquete financiero de ayudas para que la planta pueda seguir operando.