“La idea de que el euro es un problema del pasado es peligrosa. De hecho, los dirigentes europeos vagan sonámbulos en un erial económico”, recoge The Economist después de la reunión del Consejo Europeo del 22 de mayo.
El semanario señala que “la economía de la eurozona ha registrado por sexto trimestre consecutivo un descenso en el PIB. El malestar se está expandiendo a países importantes, entre los que se encuentra Finlandia y Países Bajos”, justo antes de advertir que:
Mientras el estancamiento y la recesión destrozan la democracia, la eurozona corre el riesgo de sufrir el rechazo popular. Si los sonámbulos se preocupan por su divisa y su gente, tienen que despertarse.
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