Análisis Libertad de prensa

Los medios de comunicación cooperativos: independientes, transparentes y democráticos

Los medios cooperativos, basados en una gobernanza democrática, marcan una línea divisoria en la industria de la prensa. Al poner el acento en la utilidad pública en lugar de en los beneficios, estas empresas, propiedad de sus empleados y lectores, ponen en el primer plano de su política editorial la independencia y la implicación directa del público.

Publicado en 14 diciembre 2023 a las 09:42

Primer medio de comunicación en ser gestionado por una Sociedad Cooperativa Europea (SCE), Voxeurop ha querido establecer desde su inicio una gobernanza democrática en el centro de su enfoque editorial y económico. En una cooperativa, cada socio solo tiene derecho a un voto en la Asamblea General, independientemente de la participación del capital que posea. El estatus de cooperativa también garantiza a los empleados la propiedad del medio para el que trabajan y les asegura un control mayoritario.

Para Voxeurop, como para otros medios cooperativos, el objetivo de la empresa no es generar beneficios sino responder a un deber de utilidad pública: el de informar.

La idea de que los empleados poseyeran parte del capital de su empresa se remonta al siglo XVIII. Las primeras cooperativas de la época representaron un medio para que los empleados se aseguraran el control de la riqueza que producían. Los trabajadores, legalmente incapacitados para constituir un gremio, podrían así influir en sus condiciones de trabajo.

Desde entonces han surgido muchas cooperativas, incluidas las de prensa. El medio alemán taz es un buen ejemplo. En 1977, un grupo de activistas y estudiantes se inspiraron en el modelo Libération y fundaron el Tageszeitung, apoyándose en campañas de donaciones. En 1992, unas crecientes dificultades financieras obligaron a los fundadores a cambiar de modelo. Entonces optaron por la cooperativa, con la intención de basarse en sus lectores en lugar de encontrar un accionista dispuesto a financiarlos. El periódico ha ganado tanto en socios como en tirada a lo largo de los años: hoy en día, el diario tiene una tirada de 50 000 ejemplares por mes, la marca taz es ampliamente reconocida y la cooperativa cuenta actualmente con casi 23 000 socios.

El taz es solo un ejemplo entre otros: la publicación mensual francesa Alternatives Economiques también ha formado una cooperativa, al igual que la británica Bristol Cable o ElDiario.es en España. Estas publicaciones tratan diversos temas con enfoques muy diferentes pero todas confluyen en esta forma de funcionar.

El medio español ElDiario.es se manifiesta garante de una línea editorial alternativa y de una auténtica independencia adquirida gracias a las contribuciones de sus asociados. Durante un turno de preguntas con los lectores de ElDiario.es, el director, Ignacio Escolar, comenta: "Sin dudarlo, prefiero mil veces depender de cientos y miles de asociados, de gente que pone reclamaciones, que se queja, que nos dice 'me gusta esto, pero eso no'; prefiero mil veces este tipo de presión de nuestros lectores a depender de una docena de agencias de publicidad". Según él, las contribuciones de los lectores resultaron beneficiosas ante las dificultades financieras a las que se ha enfrentado este medio de comunicación, ya que el modelo cooperativo seguía siendo relativamente precario.

Las donaciones y las subvenciones constituyen fuentes de ingresos que no siempre resultan fiables a lo largo del tiempo, mientras que la búsqueda de financiación por parte de los lectores requiere mucho tiempo. Cuando se necesita una inversión importante, el terreno se vuelve rápidamente resbaladizo para las empresas que no obtienen beneficios y, por lo tanto, no disponen de reservas financieras importantes. Además, la propia creación de una empresa de prensa cooperativa puede estar plagada de dificultades. Así pues, este estatus, todavía relativamente poco valorado, requiere un compromiso importante y una carga de trabajo adicional por parte de los fundadores.

Sin embargo, las sociedades cooperativas son las empresas que más espacios de escucha generan. Los asalariados copropietarios y los lectores asociados pueden influir en la línea editorial o en la organización del trabajo: en un contexto de crisis de confianza hacia la prensa, la sociedad cooperativa encarna una iniciativa tranquilizadora y va contra la corriente del elitismo y la opacidad de que hacen gala ciertas editoriales más clásicas. Y si el modelo económico de la cooperativa puede ser precario, estas nuevas formas de generar ingresos constituyen una alternativa a la absorción de ingresos publicitarios por parte de las plataformas de contenidos.

Para estar en condiciones de asumir plenamente su papel como pilar democrático, es esencial que la prensa siga siendo libre e independiente. Las sociedades cooperativas garantizan esta libertad de forma duradera, permiten una mayor implicación de los lectores y luchan, a su manera, por dar al público buenas razones para que confíen en los medios de comunicación.


¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya un periodismo que no conoce fronteras

Aprovecha nuestras ofertas de suscripción o haz una donación para fortalecer nuestra independencia

Sobre el mismo tema