Angela Merkel y Nicolas Sarkozy temen “abordar el quid del problema” de la crisis de la deuda, lamenta el Rzeczpospolita el día siguiente de la reunión en la que los dos líderes presentaron su último proyecto de pacto fiscal. Pero imponer una disciplina presupuestaria más ajustada y sanciones automáticas no salvará el euro, afirma el diario polaco:
Los líderes alemán y francés no saben todavía de dónde podrían sacar –llegado el caso- el dinero para salvar a España y a Italia. Tampoco tienen un plan de emergencia para Grecia (en el caso de que las negociaciones con los acreedores fracasen). Le asusta recapitalizar los bancos y al mismo tiempo evitan las cuestiones relativas a qué significa salvar a los países euro-arruinados. Su estrategia es una estrategia de derrota.
Una decepción que comparte El País, queexige en su editorialque “Merkozy” vaya más allá de la retórica. Ambos líderes “empezaron a hablar de medidas para crear empleo y potenciar el crecimiento”; si creyésemos lo que literalmente expresaron, considera el diario madrileño
estaríamos ante el alumbramiento de una nueva fase de la política económica europea, hasta ahora concentrada en el monocultivo de la austeridad y el saneamiento de las finanzas públicas. […] De seguir así las cosas, el Tratado en ciernes consagrará una inaceptable asimetría entre rigor fiscal extremo y política económica común meramente declarativa.
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