El ejercicio efectuado el 2 de enero por la policía eslovaca para probar la seguridad del aeropuerto de Poprad-Tatry ha estado a punto de causar un incidente diplomático. Como explica el diario SME, los policías habían situado paquetes de explosivo plástico RDX en las maletas de ocho pasajeros, sin avisarles de ello, para probar a sus perros. Pero a causa de la negligencia de un agente, una de las maletas fue embarcada en un vuelo de la compañía Danube Wings con destino a Dublín, con 90 gramos de explosivo. Alertadas por las autoridades eslovacas, el 5 de enero, las fuerzas especiales irlandesas hicieron hecho presencia en el apartamento del pasajero en Dublín -un electricista eslovaco de 49 años-, tras evacuar varias casas y oficinas cercanas y haber cerrado dos calles, con objeto de recuperar el explosivo y detener al eslovaco, en el marco de la ley antiterrorista. Y solamente después de que las autoridades eslovacas informaran a las irlandesas de su propio error, el sujeto fue puesto en libertad. Tras el incidente, aquellas han debido presentar excusas al gobierno irlandés, que ha denunciado ante todo la mala comunicación existente entre el aeropuerto eslovaco y el de Dublín, añade The Irish Independent.
¿Te ha parecido interesante el artículo?
Apóyanos para seguir ofreciéndote más, en acceso libre para todo el mundo y para poder mantener nuestra independencia.

