“Llegada masiva de médicos rumanos a Bélgica”, titula Standaard, tras la reciente publicación de unas cifras que revelan que, entre los médicos europeos que convalidan su titulación en Bélgica, el 35% procede de Rumanía; lo que se tradujo en 184 personas en 2009. El motivo de este hecho, explica el diario, radica en las pésimas condiciones laborales que se ofrecen en Rumanía y en la escasez crónica de recursos humanos que presentan los hospitales belgas. Según Marc Moens, de la asociación belga de sindicatos médicos, los profesionales de la medicina rumanos “ejercen en una zona gris”, ya que la mayoría de ellos carece de número de seguridad social: entre los años 2000 y 2009, sólo se han inscrito cuatro médicos rumanos. “Nadie sabe dónde están, qué hacen y cuánto se les paga. Y esto facilita los abusos”, denuncia Moens, al mismo tiempo que señala el hecho de que los médicos procedentes de los países de la UE “pueden trabajar libremente” en Bélgica mientras que la legislación de este país limita el número de médicos de origen nacional.
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