Otro país ha caído a los pies de la extrema derecha. El 22 de noviembre tuvieron lugar las elecciones legislativas de Países Bajos, y, para sorpresa de todos, el Partido por la Libertad (PVV), del controvertido Geert Wilders, arrebató el primer lugar. Con 37 de 150 escaños, es decir, veinte más que en las elecciones anteriores, su partido supera significativamente a la alianza política formada por el Partido del Trabajo (PvdA, centroizquierda) y la Izquierda Verde (GL, izquierda), dirigida por el excomisario europeo Frans Timmermans, que tan solo obtuvo 25 escaños (el 15,5 % de los votos). El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, centroderecha) del primer ministro saliente Mark Rutte ocupó el tercer puesto con 24 diputados (15,2 %).
La partida no se ha acabado, ya que el Partido por la Libertad aún debe buscar aliados para formar una coalición con la cual poder gobernar. No obstante, el triunfo de una derecha radical encarnada por el euroescéptico e islamófobo Wilders sacudió a toda Europa. A un año de las elecciones europeas, la hazaña del PVV refuerza las preocupaciones sobre la posibilidad de que los populistas de extrema derecha entren con fuerza en el Parlamento Europeo.