El resultado de la primera vuelta del escrutinio presidencial del 2 de noviembre era “previsible”, indica Adevarul : dados como favoritos con claridad, el primer ministro Victor Ponta (centro-izquierda) y su adversario liberal Klaus Iohannis se enfrentarán en la segunda vuelta, el 16 de noviembre. Según los resultados oficiales parciales, han obtenido, respectivamente, el 40,33% de los votos y el 30,44%. El índice de participación ha alcanzado el 53%.
La votación ha estado marcada por el enfado de los rumanos de la diáspora: de 3 millones con derecho a voto, solo 161.000 se han expresado en las urnas, indica el diario de Bucarest. Algunos “han hecho colar durante 4 horas para poder votar”, escribe Adevarul.
En Bucarest, añade el diario, varios centenares de electores salieron a la calle para manifestar su apoyo a “la diáspora humillada”.
Incluso no contabilizado, estima en el diario una analista,
el voto de la diáspora pesa infinitamente más que el sello que no han podido poner [en su tarjeta electoral]. Los rumanos invisibles se han convertido en una masa crítica visible.