El primer ministro, Donald Tusk, anunció el 16 de julio que Polonia – lejos de no ser considerada afectada por la crisis – tendrá que quedarse con 8.000 millones de zlotys (2.000 millones de euros) y recibir otros 16.000 (4.000 millones de euros) debido a la recesión económica y a los ingresos más bajos de lo esperado, informa Gazeta Wyborcza.
Hace tiempo, los expertos advirtieron esos datos en los presupuestos de 2013, incluyendo el 2,2% del crecimiento del PIB y el 2,7% de la inflación, que deberían ser corregidos. Según las últimas estimaciones, el PIB no crecerá más del 1%, mientras que la inflación llegará al 0,6% a finales de año.
“Los polacos tienen miedo por sus trabajos, están gastando cuidadosamente e invirtiendo menos”, explica el diario. Anunciando cambios en el presupuesto que se publicará en agosto, el primer ministro explicó que sería mejor para la economía del país incrementar el déficit, alcanzar los 5.100 millones de zlotys (12.750 millones de euros), que implementar recortes drásticos. De todas formas, Gazeta Wyborzca parece no estar de acuerdo y concluye: “los recortes están llegando”.