El banco más importante de Holanda se niega a prestar dinero a las empresas que deseen invertir en el gas de esquisto. El diario de Ámsterdam señala que “no va a beneficiar a una energía que considera contaminante”, tal como indica un reciente informe sobre sus actividades y el desarrollo sostenible.
Por el momento, se refiere principalmente a las actividades del banco en Estados Unidos, donde existe “una verdadera carrera por el gas de esquisto, ya acuñada como la segunda fiebre del oro”, y donde Rabobank es el primer banco en préstamos a los agricultores.
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