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“Remigración”: ¿un eslogan vacío o una deportación masiva encubierta?

El término, utilizado por los grupos de extrema derecha para referirse a una “migración inversa”, ha ganado popularidad en los últimos años y encubre la voluntad de deportar a los extranjeros “no asimilables” para combatir un supuesto “gran reemplazo”.

Publicado en 30 septiembre 2025

Alegación por comprobar: Es posible expulsar de un país a todas las personas extranjeras que se encuentran en su territorio, tanto a los solicitantes de asilo como a los que no son asimilables.

Contexto: Acuñado en Francia a finales del siglo pasado y con una popularidad renovada entre los representantes de la derecha radical en los últimos años, el concepto de “remigración” ha entrado en el vocabulario de varios líderes nacionalpopulistas e identitarios europeos para indicar el retorno voluntario o forzoso de personas extranjeras, de origen extranjero o solicitantes de asilo, ya que no son capaces de integrarse y tienden a contaminar al pueblo de acogida.  


El 6 de septiembre en Grosseto, Italia, el movimiento de extrema derecha CasaPound anunció que lanzará una plataforma italiana para la “remigración”, contra la “inmigración masiva” y para la defensa de la “identidad nacional” en el marco de su fiesta nacional. 

El término remigración lleva años en el centro de los eslóganes de la extrema derecha europea y mundial, pero en los discursos de los líderes políticos italiano se incorporó hace poco. Literalmente significa “migración inversa”, pero en realidad indica el “regreso forzoso al país de origen”.

El periodista italiano Valerio Renzi, experto en extrema derecha y autor del libro Le radici profonde. La destra italiana e la questione culturale (“Raíces profundas. La derecha italiana y la cuestión cultural”, Fandango, 2025) explica que la palabra comenzó a circular entre la extrema derecha francesa alrededor de los años noventa, pero recientemente se ha extendido a otros países.

En Austria la ha recuperado el líder del movimiento identitario Martin Sellner, mientras que en Alemania las revelaciones del medio online Correctiv sobre una reunión celebrada en noviembre de 2023 que provocó una ola de indignación y un fuerte movimiento de protesta civil. En la reunión, un grupo formado por extremistas de derecha, ideólogos etnonacionalistas, altos cargos de Alternative für Deutschland (AfD, extrema derecha), miembros de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, conservadores), empresarios y abogados debatió el “concepto general de remigración”.

En Italia se habla de ello desde enero de 2025, a raíz de que algunas turistas presentaran denuncias por acoso sexual, ejercido por jóvenes de origen extranjero, a los que en dialecto se denomina maranza, durante las celebraciones de Nochevieja en la plaza del Duomo, en Milán. 

“Desde ese momento, todos los medios de comunicación vinculados a la derecha en Italia (periódicos y televisión) hablan de ello. En pocas semanas, la palabra se difundió, aunque todavía no ha entrado en los programas de los partidos de la derecha institucional”, cuenta Renzi. Pero, por ejemplo, el subsecretario de Justicia Andrea Delmastro, de Hermanos de Italia, ha empleado el término. 

El 26 de julio, una red de partidos de extrema derecha se manifiestó en Viena utilizando precisamente ese término, en una protesta convocada por los militantes daneses que a mediados de julio se subieron a una mezquita en Copenhague con una pancarta en la que pedían la expulsión de los extranjeros y el fin de la islamización de Dinamarca.

La red que participó en la manifestación de Viena es la misma que se reunió en Italia el 17 de mayo en la Remigration Global Summit. “El foro global se celebró en Gallarate, cerca de Milán, porque los organizadores pensaron que era un terreno fértil para este tipo de propaganda. En el foro no participaron figuras destacadas del panorama italiano, pero mientras tanto, CasaPound ha iniciado su propia campaña paralela sobre este tema, que conducirá al lanzamiento de la plataforma italiana en la fiesta nacional de septiembre”, explica el experto. 

Al presentar la cumbre de Gallarate, Martin Sellner, uno de los organizadores del evento, dijo en sus redes sociales: “En los últimos días, los medios de comunicación de izquierda nos han ayudado a publicitar esta cumbre y mañana millones de italianos oirán hablar de la remigración”. 


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Entre los ponentes del evento de mayo se encuentran Lena Kotre, de la AfD, John McLoughlin, del Partido Nacional Irlandés, y el politólogo belga Dries Van Langenhove, además de otros nombres relacionados con grupos de presión identitarios y neofascistas. En Italia, los que utilizan el término remigración son sobre todo los representantes del partido la Liga (populista de derechas).

Por ejemplo, en el foro de Gallarate, el general Roberto Vannacci, eurodiputado y vicesecretario de la Liga, envió un mensaje de vídeo: “Lamento no poder estar físicamente con ustedes en esta importante cita, pero quiero hacer oír mi voz y ofrecer todo mi apoyo. El tema que abordan hoy exige valentía, pero necesario, y sobre todo es un tema que ha estado ausente del debate durante demasiado tiempo: la remigración”.

Según Vannacci, la remigración no es un eslogan, sino que tiene un significado concreto: “acompañar de vuelta a sus países de origen a quienes no respetan nuestras leyes, rechazan nuestros valores y desprecian nuestra cultura”.

Un concepto engañoso

El término es utilizado por grupos de extrema derecha para apoyar una teoría conspirativa, la de la sustitución étnica o “gran reemplazo”, y enmascarar con un eufemismo la deportación, es decir, una práctica ilegal en Europa que consiste en el traslado forzoso y arbitrario de personas extranjeras a otros países. En Italia, en 2025, el término fue incluido entre los neologismos de la enciclopedia Treccani.

“Debe su éxito a la red identitaria europea de Europa Central, pero [su uso] explotó cuando Donald Trump la utilizó en su campaña electoral contra Kamala Harris”, explica Renzi. En Europa, el ideólogo de esta red es el austriaco Sellner, cuyo libro se publicará en septiembre también en Italia con el título Remigrazione, una propuesta [Remigración, una propuesta] bajo un sello editorial de la Toscana cercana a Hermanos de Italia (extrema derecha).  

Por otro lado está el papel de la AfD, que hace campaña electoral con esta palabra desde 2023. Ese mismo año en Alemania, la palabra fue elegida Unwort des Jahres, “no palabra del año”, es decir, el término más engañoso y deshumanizador según el grupo de lingüistas reunidos en la iniciativa Unwort-Aktion. “Pero en este momento, la propia AfD está pensando en renunciar a ese eslogan porque parece que es demasiado divisivo y estremecedor. Se está debatiendo sobre esto dentro del partido”, explica Renzi.   

En Grecia, donde la extrema derecha tampoco tiene problemas en hablar de “deportaciones” de migrantes, el concepto de remigración no parece haber echado raíces y se evoca esencialmente en los informes de los medios de comunicación sobre la actividad de la derecha radical europea. Sin embargo, en Francia la “remigración” ha sido impulsada sobre todo por el movimiento identitario, empezando por el Bloc/Génération identitaire. Este último introdujo el término en el debate público en 2014, con la idea de expulsar del país a una parte de los inmigrantes y sus descendientes.

En 2022, el entonces candidato de extrema derecha a las elecciones presidenciales, Eric Zemmour, lo convirtió en una propuesta política explícita, e incluso, durante la campaña electoral anunció un ministerio de remigración. Los medios de comunicación y los investigadores franceses relacionan la “remigración” con la teoría conspirativa del gran reemplazo, subrayando su uso propagandístico en los círculos de extrema derecha. 

Por su parte, el primer partido del país y potencial fuerza de gobierno, el Rassemblement National (RN, extrema derecha) de Marine Le Pen y Jordan Bardella, evita el término “remigración” en su estrategia de legitimación (dédiabolisation, o “desdemonización”, como se denomina en Francia), aunque defiende medidas duras en materia de inmigración (restricciones al derecho a la ciudadanía por nacimiento, referéndum, prioridad a los ciudadanos franceses en el acceso a los servicios públicos, expulsiones de extranjeros delincuentes). En varias ocasiones, el RN ha preferido hablar de immigration de peuplement (inmigración de población), sin adoptar el término “remigración”. 

En cambio, el término es ampliamente utilizado en el país por el colectivo nacional-feminista Nemesis, cuyas campañas se centran en lo que identifican como la cuestión esencial en la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres y contra la violencia sexista y sexual: el “viol de prédation” (violación depredadora), es decir, la violencia ejercida contra las mujeres en el espacio público. Según sus datos —ampliamente desmontados y contextualizados—, esta violencia sería ejercida por hombres de origen extranjero, que deben ser expulsados. “La remigración trae la paz” es un lema que se puede leer habitualmente en sus publicaciones en Instagram, X  o en sus comunicaciones generales.

¿Qué proponen las derechas con el término “remigración”? La expulsión de todos los irregulares, pero también de todos los “no asimilables”, un concepto muy vago que puede interpretarse de forma más o menos restrictiva. “Obviamente, esto significaría deportaciones masivas de personas que llevan mucho tiempo viviendo en nuestros países”, explica Renzi. Además, la idea de estos grupos es trasladar en masa a los extranjeros no solo a sus países de origen, sino a terceros países con los que no tienen ningún vínculo.

En la práctica, por el momento sería irrealizable y contrario a las leyes fundamentales de los países europeos, pero la intención es elevar cada vez más el listón de lo que se puede debatir y hacer en materia de políticas de inmigración. “De hecho”, explica Renzi, “se trata de una mayor legitimación de un enfoque racista de las políticas migratorias”.

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🤝 Stavros Malichudis de Solomon ha colaborado en este artículo. El artículo ha sido elaborado con el apoyo del fondo European Media and Information Fund (EMIF). Puede no reflejar necesariamente las posiciones del EMIF y de los socios del Fondo, la Fundación Calouste Gulbenkian y el European University Institute. La responsabilidad de los contenidos financiados por el European Media and Information Fund recae exclusivamente en sus autores y no refleja necesariamente la posición del European Media and Information Fund, ni de sus socios, la Fundación Calouste Gulbenkian ni del European University Institute.

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