En mayo, en Italia, la Liga de Matteo Salvini (extrema derecha) presentó un proyecto de ley para introducir un servicio militar o civil obligatorio para todos los jóvenes entre 18 y 26 años, con una duración de seis meses. En Italia el servicio militar fue abolido en 2005.
La participación de partidos nacionalistas en un número cada vez mayor de gobiernos europeos, el envejecimiento de la población y la guerra en Ucrania, que ya dura casi cuatro años, están dando origen a un fortalecimiento de las tendencias militaristas. Hoy en día, a varios gobiernos europeos les gustaría implantar el servicio militar para responder a las crecientes necesidades de defensa y a las tensiones geopolíticas cada vez más problemáticas, de las que la Unión Europea naturalmente tiene su parte de responsabilidad.
España abolió el servicio militar obligatorio en 2001, Francia en 1996, Alemania en 2011, Bélgica en 1994 y el Reino Unido en 1963. Islandia no tiene un ejército nacional, mientras que Irlanda nunca ha tenido el servicio militar obligatorio. Ahora, sin embargo, el panorama está empezando a cambiar.
Reconsiderando el servicio militar
En julio, surgió en Alemania un acalorado debate sobre el restablecimiento del servicio militar y su apertura a las mujeres. La iniciativa no la tomaron los democristianos (después de todo, fue Angela Merkel quien abolió el servicio militar en 2011), sino por el ministro de defensa socialdemócrata, Boris Pistorius, que se empeñó en reformar el ejército después de años de “abandono”. Pistorius, una figura muy popular en el país, anunció un plan para aumentar los efectivos de las fuerzas armadas de 181 000 a 203 000.
Sin embargo, no sería un servicio militar obligatorio clásico. El plan de Pistorius prevé que todos los hombres y mujeres con pasaporte alemán reciban una carta oficial al cumplir 18 años con una invitación a que tomen en consideración un servicio militar básico con una duración de 6 meses, con posibilidad de ampliarlo hasta 17 meses.
Los jóvenes alemanes deberán completar un cuestionario en el que aporten información sobre su estado civil, sus intereses, su posición respecto a las armas de fuego, sus conocimientos académicos y su estado de salud. Para las mujeres esta recopilación será opcional, mientras que para los hombres será obligatoria.
La constitución alemana prevé que en circunstancias especiales el gobierno podrá pedir a las mujeres que presten servicio, pero sin empuñar las armas. Alemania trata de replicar el modelo sueco, implantado en 2017, que se basa en un proceso selectivo que no supone un reclutamiento automático basado en la edad, sino que utiliza criterios especiales para identificar las personas más capacitadas.
En la última década, Lituania ha sido el primer país en cambiar su orientación sobre este tema. El país báltico reinstauró el reclutamiento en 2015, un año después de la anexión de Crimea por parte de Rusia. Letonia siguió este ejemplo en el verano de 2022, cinco meses después de la entrada de las tropas rusas en Ucrania.
En Serbia el servicio militar obligatorio quedó abolido en 2011 y desde entonces las fuerzas armadas están compuestas exclusivamente por soldados profesionales. Sin embargo, en septiembre, el presidente Aleksandar Vučić, que ostenta también el cargo de comandante en jefe de las fuerzas armadas, ha aprobado el retorno del reclutamiento a partir de 2025, con una duración de 75 días.
No todos se muestran favorables al retorno del servicio militar. En el Reino Unido, en vísperas de las elecciones de 2023, la propuesta anticipada por el gobierno conservador de Sunak de implantar un servicio militar o civil obligatorio suscitó reacciones airadas en las redes sociales, sobre todo por parte de las personas jóvenes de la denominada Gen-Z. El partido laborista ha manifestado con toda claridad su oposición a un restablecimiento del reclutamiento.
Los efectos de la guerra en Ucrania han sido menos evidentes en España. Ningún partido (ni siquiera de la extrema derecha) se ha atrevido a abrir un debate similar al que actualmente está en curso en muchos otros países europeos. Según los expertos, las razones de esta excepcionalidad van más allá de la geografía e incluyen el peso de la historia reciente y la dura lucha librada por los movimientos disidentes en las décadas de 1980 y 1990 para poner fin al servicio militar obligatorio.
La actual ministra de defensa, la socialista Margarita Robles, sigue negando la utilidad de un retorno al pasado. “[No] creo que se le haya pasado por la cabeza a nadie”, declaró en marzo ante la Comisión para la Defensa, en el Senado, cuando se le interpeló si el gobierno pretendía reestablecer el servicio militar.
“Sería un suicidio político”, remarca el sociólogo Rafael Azangith, exprofesor en la Universidad del País Vasco y autor de libros sobre el servicio militar y la objeción de conciencia.
“Aunque la defensa del servicio militar suele asociarse a la extrema derecha y su abolición a posiciones de izquierdas, reducir el debate a esta dicotomía es demasiado simplista. En países que se sienten amenazados, por ejemplo, incluso los partidos socialdemócratas están a favor de la vuelta del servicio militar”, subraya Alberto Bueno, catedrático de ciencias políticas en la Universidad de Granada y experto en cuestiones militares.
Un ejército de profesionales
La República Checa es uno de los países en los que ha crecido el apoyo de sus habitantes al servicio militar, sobre todo después del estallido de la guerra en Ucrania, pero todavía no supera el 50 por ciento y por lo tanto ningún partido tiene serias intenciones de proponer un retorno al pasado. Bulgaria abolió el servicio militar obligatorio en 2007 y desde entonces tiene un ejército compuesto exclusivamente por soldados profesionales. En septiembre de 2024 el ministro de defensa Atanas Zapryanov ha anunciado que Bulgaria no volverá al servicio militar obligatorio, pero que está en fase de discusión una serie de formas de adiestramiento militar para la ciudadanía.
En Austria, al contrario de lo que sucede en la mayor parte de los países europeos, siempre ha existido –y todavía existe, con una duración de seis meses– un servicio militar obligatorio para todos los hombres, que de todos modos pueden elegir como alternativa un servicio civil durante nueve meses. La supervivencia del reclutamiento universal está vinculada al hecho de que Austria apenas tienes 9 millones de habitantes y no ha tenido una sólida tradición militar después de finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Pero existe también un componente histórico bien preciso: en la guerra civil austriaca entre el primer conflicto mundial y el segundo, los soldados controlados por el partido conservador dispararon contra civiles, en gran parte representantes del partido laborista. A causa de estos incidentes, la idea de un ejército de profesionales sin el reclutamiento universal ha sido tabú durante muchos años, y no solo para los partidos de centro y de izquierdas.
El modelo finlandés
A principios de 2024, el ministro de defensa griego Nikos Dendias anunció una adaptación del sistema de reclutamiento de las fuerzas armadas inspirada en el modelo finlandés, abriendo la oportunidad del enrolamiento voluntario de las mujeres. En abril, mientras se encontraba en Finlandia, Dendias declaró que el ministerio estaba considerando algunos cambios radicales en el sistema de reclutamiento, “no en cuestión de la duración o de la sustitución de los reclutas por soldados profesionales –una idea que refutamos porque creemos en un ejército civil– pero con el objetivo de hacer del servicio militar un periodo importante para quienes lo hagan y no un ‘despilfarro de tiempo’ como lo consideran hoy en día nuestros jóvenes. Queremos un adiestramiento rápido y eficiente, según el modelo contrastado en Finlandia”.
Sin embargo, en Finlandia el servicio militar es obligatorio para los hombres entre 18 y 60 años, mientras que es opcional para las mujeres entre 18 y 29 años. La duración varía: 165 días para los reclutas sin cualificación, 255 días para los incluidos en categorías especiales (enfermeros, funcionarios, músicos, sacerdotes, expertos en tecnología), 347 días para los oficiales reservistas, suboficiales y reclutas sujetos a una actividad intensa (conductores, buzos, pilotos de lanchas rápidas, fuerzas especiales, abogados), 255-347 días para el servicio sin uso de armas y 347 días de servicio no militar (trabajos sociales).
👉 Artículo original en Efimerida ton Synktaton
🤝 Este artículo forma parte del proyecto PULSE, una iniciativa europea para promover la cooperación periodística a escala transnacional. Han colaborado Inés P. Chávarri, Ana Belén Ramos (El Confidencial-España), Marina Kelava (H-Alter-Croacia), Nikola Lalov (Mediapool.bg-Bulgaria), Silvia Martelli (Il Sole 24 Ore-Italia), Martin Tschiderer (Der Standard-Austria) y Petr Jedlicka (Denik Referendum-República Checa).
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