En el 65 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, los visitantes al campo comprobarán que el rótulo de la entrada "Arbeit macht frei" es una copia. El original, robado el pasado diciembre pasado debe ser restaurado, al igual que debería serlo el campo en su totalidad. "El complejo de 190 hectáreas fue reconvertido en museo en 1947 y está muy deteriorado”, informa Frankfurter Rundschau. Más de 100 millones de euros deberán ser invertidos durante 20 años. El comité internacional de Auschwitz ha propuesto que los socios de la UE colaboren con Polonia, donde se encuentra el campo. “Berlín ha pagado 60 millones”, apunta el periódico.
Süddeutsche Zeitung, por su parte, hace referencia al "triste balance (humano) en el día de la conmemoración”. Casi la mitad de los 517.000 rescatados judíos que viven aún están en el umbral de la pobreza, "la mayoría en Israel y en la ex Unión soviética". Excluidos del sistema de enseñanza y traumatizados por la experiencia en el campo, pocos entre ellos han podido forjarse una vida profesional que asegurase sus ingresos. “Tal situación apenas se tuvo en cuenta cuando se pagaron las indemnizaciones en los tiempos de la joven República Federal Alemana”, escribe SZ. Alemania ha aportado 65.000 millones de euros a los Estados y negocia anualmente ayudas con la Jewish Claims Conference.