“Francia, Alemania y Austria quieren una mejor trazabilidad de los alimentos", indica el diario, en el momento más álgido del escándalo de la carne de caballo.
Previamente al Consejo de ministros de Agricultura en Bruselas el 25 de febrero, el ministro austriaco de Agricultura, Nikolaus Berlakovich, pide un "pasaporte para los alimentos", que haría más transparente el origen y los ingredientes de los platos precocinados producidos en la UE.
Para ello, pretende concertarse con sus homólogos alemán, francés y británico, para doblegar las resistencias en el ámbito europeo. Estas provendrían principalmente "de la industria [que] teme aún más burocracia".