La República Checa es “el país de la cucaracha”, constata Lidové noviny, mientras que la crisis política “adopta un tamaño monstruoso” con un asunto de grabaciones secretas en el seno del partido Cosa Pública (VV), miembro de la coalición gubernamental. La palabra “cucaracha” designa a un chivato. VV ha excluido de sus filas a una diputada acusada, en base a una grabación secreta, de haber intentado dar un golpe de Estado en el seno del partido con el apoyo del Partido Cívico Democrático (OSD) del primer ministro Petr Nečas. Este asunto se une a las acusaciones de corrupción lanzadas contra el fundador del partido, Vít Bárta, por esta diputada y otros miembros de VV. “¿Ha sido un golpe de Estado o una mistificación?”, se pregunta el diario de Praga. Mientras que los miembros de la coalición se acusan entre ellos, “el Gobierno de los suicidas” se está desmoronando. “La sociedad checa ha tolerado durante años la corrupción en la política y la manera en que los políticos han desacreditado a sus adversarios en los medios de comunicación”, destaca Lidové noviny. “Antes se trataba de fragmentos que salían a la superficie, pero en la actualidad observamos una sociedad de chivatos en directo”.
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