Según el diario económico francés, la crisis de las subprimes “* no es un asunto clasificado". Efectivamente,
deja una factura que los bancos y los Estados europeos, y por tanto los contribuyentes, deberán soportar durante varias décadas.
Seis años después del comienzo de la crisis, son "más de 1 billón de euros de activos tóxicos o ilíquidos los que siguen detentados por 'bad banks'". Así, el "bad bank" de Dexia poseía a finales de marzo de 2013 266.000 millones de euros de activos tóxicos, que la institución bancaria franco-belga "liquidará durante un total de 63 años".
para Les Echos,
esto supone un desmentido formal para todos aquellos que aseguran que ya hemos superado la crisis.