El presidente Milos Zeman tuvo que hacer frente a una protesta y varios centenares de opositores le arrojaron huevos y tomates cuando participaba en la conmemoración de los 25 años del levantamiento contra el régimen comumista, el 17 de noviembre en Praga. Estaba en ese momento acompañado por los jefes de Estado eslovaco, húngaro, polaco y alemán, que, por su parte, fueron aplaudidos, informa Lidove noviny.
Sus críticos acusan a Zeman de haber traicionado el compromiso a favor de los derechos del hombre del “padre” de la “Revolución de terciopelo”, Václav Havel, mostrando su apoyo a la política del presidente ruso Vladimir Putin
en Ucrania y contra el grupo punk ruso Pussy Riot, así como a favor de los dirigentes chinos, recuerda el diario de Praga.
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