El presidente del gobierno catalán, Artur Mas, anunció el 13 de octubre que renunciaba a organizar la consulta sobre la independencia de la región, previsto para el 9 de noviembre. Tras la suspensión por el Tribunal Constitucional del referéndum, “Mas sustituye la consulta del 9-N por un 'proceso participativo' con urnas y voluntarios”, con lo que “se quiebra la unidad del bloque soberanista”, explica El Periódico.
Mas no ha conseguido el apoyo de los demás partidos soberanistas a su propuesta ni ha aceptado la entrada de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el gobierno. Este último partido ha propuesto que “el Parlamento catalán proclame la independencia” y que “se inicie un proceso constitucional” en este sentido.