"Desde enero del 2002, la emisión de billetes de 500 euros ha crecido a un ritmo anual del 32%", señala el periodista Manuel Estapé Tous en un artículo en La Vanguardia. Sin embargo, el billete morado europeo continúa siendo un gran desconocido para la mayoría de los ciudadanos de la Unión. 62 años después de que Bretton Woods sellara la hegemonía monetaria del dólar, por primera vez en 2006 los billetes denominados en euros desbancaron a la moneda norteamericana. Los 500 euros son "un billete sin historia ni cultura" pese a que "el Banco Central Europeo (BCE) recuerda que seis de los doce miembros fundadores [de la Unión Europea] disponían de billetes de un valor similar".
Estapé Tous se pregunta "¿quién decidió que el recién creado Banco Central Europeo emitiese un billete con un poder de compra sin par, un caramelo para lo peor de lo peor de la economía sumergida, narcotraficantes, prostitución, crimen organizado, evasores de impuestos...?". Si la emisión de billetes de 500 euros aumenta cada año y no se utilizan cotidianamente "no hay que ser un genio de la deducción para aventurar que hay una bolsa enorme de dinero negro". Estapé Tous llega a la misma conclusión que Stephen Fidler en The Wall Street Journal: con este billete "ideal para blanqueadores, ¡el euro lava más blanco!".