Los países de Europa no saben como reaccionar ante los acontecimientos que se están produciendo en África del norte. Y menos aún sobre lo que está pasando en Libia. Es la conclusión del diario El País: "la UE debe trocar su mezquindad por un firme apoyo a quienes luchan por su dignidad".
Y nadie parece haber estado a la altura: ni Gobiernos nacionales, ni instituciones europeas. Los comunicados de la alta representante de Asuntos Exteriores, Catherine Ashtony del Consejo de Ministros de la UE que se reunió el pasado lunes, confirman el "triste papel" que están llevando a cabo. Y la voluntad de la República Checa e Italia para suavizar la posición común no disculpa a otros: se trata de una "humillante derrota para todos".
En el asunto de Libia, "esta Europa de comienzos de siglo ha renunciado a distinguir entre un inmigrante y un refugiado". Es necesario reaccionar de una vez, pues "la Unión Europea no puede pronunciarse entre susurros ni hacer bandera de sus mezquinos miedos", concluye El País.