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La paradoja del cambiante centro político en Polonia

Las próximas elecciones al Parlamento Europeo en Polonia serán las terceras de una serie de cuatro elecciones destinadas a recuperar las instituciones estatales y liberarlas del control del PiS. El giro hacia el centrismo en las votaciones contrasta con las políticas de derechas.

Publicado en 3 abril 2024 a las 13:47
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En Polonia, las próximas elecciones al Parlamento de la UE serán el tercero de los cuatro episodios de una temporada de votaciones que se inició con las elecciones parlamentarias en el otoño de 2023 y que concluirá con las elecciones presidenciales en la primavera de 2025. Lo que está en juego en las cuatro campañas no es solamente el arrancar votos al ilegal partido Ley y Justicia (PiS), que gobernó en Polonia hasta diciembre de 2023. Es la “recuperación del control del estado” –las instituciones, los cargos en la administración y los puestos en los órganos electivos– apartándolos del control del PiS. Los programas específicos de casi todos los partidos están subordinados a esta lucha central: la coalición gobernante en Polonia trata de recuperar el estado, mientras que Ley y Justicia trata de mantener su control sobre él.

En octubre de 2023, el PiS obtuvo la mayoría de votos, pero perdió el poder. Una coalición mayoritaria fue conjuntada por la Colación Cívica de centroderecha, la Tercera Vía de orientación centro-agraria y el partido Nueva Izquierda. La prioridad declarada del nuevo gobierno es reconstruir el estado de derecho. Pero el campo de maniobra para la coalición está limitado por el presidente, que está vinculado con el anterior gobierno y que puede vetar las leyes que apruebe el parlamento. Por lo tanto, las elecciones locales de abril y las elecciones europeas de junio son solamente una etapa en la creación de una nueva mayoría necesaria para recuperar la presidencia.

Si las elecciones al Parlamento Europeo se celebraran hoy, la Coalición Cívica (que forma parte del Partido Popular Europeo, PPE) podría ocupar el primer puesto y conseguir en torno a un tercio de los votos. Ley y Justicia (como parte de la agrupación soberanista ECR) ocuparía el segundo lugar y conseguiría alrededor de una cuarta parte de los votos. El tercer puesto lo ocuparía alguna de estas candidaturas: Tercera Vía (PPE más el bloque liberal renovación), Nueva Izquierda (S&D, centroizquierda) o la Confederación (ID) de extrema derecha. En este escenario aumentaría el número de MPE polacos en los grupos de PPE y Renovación, mientras que el número de los de ECR disminuiría. En contra de la tendencia en la mayoría de los países de la UE, los votantes polacos elegirían hoy en día, al contrario que antes, más representantes centristas y menos de extrema derecha.

Sin embargo, nada de esto significa que el debate y las decisiones se inclinarán ahora hacia el centro. A decir verdad, en asuntos específicos tales como el medio ambiente o la migración, ahora es más probable que sea el centro político el que se incline hacia la derecha.

La airada protesta de los agricultores polacos

En Polonia, al igual que en la UE en su conjunto, el asunto más crucial en estos días es el de las protestas de los agricultores. Los agricultores polacos protestan airadamente contra la importación de productos de Ucrania y contra las disposiciones del Pacto Verde de la UE. Sus protestas están recibiendo un nivel de apoyo público que no tiene precedentes desde el final del régimen comunista en Polonia. De acuerdo con una encuesta de Ipsos para Oko.press y TOK FM que se llevó a cabo en la última semana de febrero, hasta un 79% de los polacos respalda este movimiento. Entre ellos se incluyen los residentes en grandes ciudades y partidarios del gobierno. Cuando se pidió a los encuestados que eligieran entre los intereses de los agricultores polacos por una parte y por la otra las cuestiones medioambientales y climáticas junto con las necesidades de Ucrania, siguieron apoyando a los agricultores. Por lo tanto, el gobierno no puede hacer caso omiso de esos agricultores. Esto se traducirá en una postura rígida sobre Ucrania y nuevas declaraciones de los políticos polacos distanciándose de los Reglamentos climáticos europeos.

Las actitudes públicas pueden cambiar pero, de cualquier modo, los agricultores seguirán siendo un grupo clave de votantes en Polonia. Su baja participación en las elecciones de octubre fue uno de los factores que más fuertemente influyeron en los resultados. Los agricultores no votaron a quienes entonces constituían la oposición, sino que muchos se quedaron en casa. Esto dejó el campo libre para los oponentes más activistas al gobierno del PiS, especialmente mujeres y personas jóvenes.

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