Desde el 3 de abril, fecha en que el gobierno dirigido por el partido Sueño Georgiano del oligarca prorruso Bidzina Ivanishvili decidió volver a poner sobre la mesa el proyecto de ley sobre “agentes extranjeros”, los georgianos han salido a las calles para denunciar una medida calificada de represiva y que amenaza la adhesión de su país a la Unión Europea. Georgia obtuvo el estatus de candidato a la adhesión en diciembre de 2023.
El texto sobre los “agentes extranjeros”, copiado de la ley rusa de 2012 y aprobado en primera lectura el 17 de abril, obligaría a las ONG y a los medios de comunicación independientes cuyos ingresos provienen en más de un 20 % de donantes extranjeros a registrarse como organizaciones que “representan los intereses de un poder extranjero”. Como tales, estarían sometidos al control del Ministerio de Justicia y podrían verse obligados a divulgar información sensible, so pena de fuertes multas.
Las manifestaciones, en su mayoría protagonizadas por jóvenes, han provocado enfrentamientos con la policía y, más recientemente, con grupos no identificados, supuestamente afines al partido gobernante.
Las fotos de Shota Kincha y Mariam Nikuradze, del medio independiente OC Media, dan cuenta de estas jornadas.










































