“Si ves agentes extranjeros en todos lados...”
“... Entonces tal vez tú eres el agente extranjero”.
Poco más de un año después de su rechazo, el controvertido proyecto de ley sobre los “agentes extranjeros” pasa a primer plano en Georgia y, tal como antes, miles de personas se manifiestan en las calles de Tiflis todas las tardes. Blandiendo banderas georgianas y europeas, exigen que se retire el proyecto y denuncian la influencia rusa en la política del poder ejecutivo liderado por el partido prorruso Sueño Georgiano del oligarca Bidzina Ivanishvili.
El texto sobre los “agentes extranjeros”, copiado de la ley rusa de 2012 y aprobado en primera lectura el 17 de abril, obligaría a las ONG y a los medios de comunicación independientes cuyos ingresos provienen en más de un 20 % de donantes extranjeros a registrarse como organizaciones que “representan los intereses de un poder extranjero”. Como tales, estarían sometidos al control del Ministerio de Justicia y podrían verse obligados a divulgar información sensible, so pena de fuertes multas.
Esta medida, que es todavía más controvertida si se toma en cuenta que muchos medios de comunicación y ONG independientes dependen de un financiamiento proveniente de Occidente, constituiría un freno a la ambición europea de Georgia, que en diciembre obtuvo el estatus de país candidato a la adhesión a la UE.