“Los conservadores, pletóricos”, titula Aftenposten, al día siguiente de las elecciones regionales y municipales, en las que la oposición,dirigida por el partido de Erna Solberg, ha triunfado. El Partido Social-demócrata del primer ministro Jens Stoltenberg se sitúa en todo caso a la cabeza del recuento electoral, con el 31% de los votos, mientras que su socio en la coalición rojiverde en el poder, la Izquierda Socialista, ha obtenido el peor resultado desde las elecciones municipales de 1979. Un mes y medio después de la masacre de los jóvenes social-demócratas, a manos del extremista de derecha Anders Breivik, los electores han optado por tanto por los partidos moderados.
El Partido Conservador es el gran ganador de los comicios, pues obtiene su mejor resultado desde 1979, explica el diario. Su progresión ha sido posible a costa del otro gran partido de derecha, el Partido del Progreso (FrP, populista y contra la inmigración), del cual Breivik había sido miembro y que sufre los efectos del atentado del 22 de julio. En Oslo, el resultado del FrP es simplemente un “desastre”,escribe el editorialista Harald Stanghelle, para el que esta “tragedia nacional sin duda ha contribuido a movilizar los electores, pero no ha provocado un cataclismo en la política noruega”. El voto tendrá en cualquier caso “implicaciones políticas de máximo nivel”, predice Stanghelle, puesto que marcará el “inicio del fin de la coalición tal y como la conocemos actualmente”.