Una semana después de la fuga mortal de lodos tóxicosen la fábrica de aluminio de Ajka, el peligro ha aumentado, se inquieta Népsabadszág. El diario de Budapest informa de que el pueblo de Kolontar, el más afectado por la catástrofe, ha tenido que ser evacuado de nuevo debido a nuevas fisuras detectadas en la pared del contenedor de retención de los residuos tóxicos de la fábrica.
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