¿Es el periodismo una profesión burguesa?
¿Existe una cuestión de clase en el periodismo? La pregunta, provocadora y retórica, se basa sin embargo en una realidad social: el acceso a la profesión requiere muchos años de empleo precario, trabajo mal pagado y sacrificios que (prácticamente) solo se los pueden permitir quienes cuentan con el capital –cultural, económico y social– necesario.