Austria mantiene una actitud desagradecida hacia la Unión Europea. Es un miembro acaudalado de la UE que ha obtenido enormes beneficios económicos derivados de la ampliación del bloque hacia el este y también es un país exportador que necesita el Mercado Único. Así y todo, sus gentes ven la UE con mayor escepticismo que la ciudadanía de los países vecinos. De acuerdo con una encuesta de diciembre de 2023 de Eurobarómetro, solo el 42 % de los austriacos piensa que la UE es algo bueno, mientras que el 22 % tiene una opinión negativa.
Como resultado, los partidos políticos austriacos tienden a menospreciar las elecciones al Parlamento Europeo (PE). El nueve de junio está, como no, en sus agendas, pero el país en sí estuvo más interesado en las elecciones municipales que se celebraron esta primavera en ciudades tales como Innsbruck y Salzburgo.
Y más aún teniendo en cuenta que casi todos los partidos han llegado a la campaña electoral de este año para el PE con grandes problemas.
En primer lugar, está el Partido Popular Austriaco (ÖVP, conservador), que obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones al PE de 2019, lo que le brindó siete escaños en el Parlamento Europeo. Sin embargo, los votantes en esas elecciones estaban menos motivados por el entusiasmo por Europa que por un escándalo peculiarmente austriaco.
La publicación del vídeo de Ibiza – en el que se escucha al entonces líder del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, extrema derecha) y vicecanciller austriaco, Heinz-Christian Strache, ofreciendo vender Austria a cambio de donaciones al partido – había provocado el colapso del gobierno de coalición ÖVP-FPÖ liderado por el joven y ambicioso canciller Sebastian Kurz del ÖVP.
Entonces, el electorado votó al ÖVP en las elecciones al PE que se celebraron unos pocos días después, como gesto de solidaridad. Pero el partido no va a poder repetir esta demostración de fuerza en 2024: Sebastian Kurz ha desaparecido de la escena política y, a mediados de mayo, no hay señales de ningún resurgir político a escala nacional.
Por lo tanto, su principal objetivo en estas elecciones es limitar sus pérdidas al mínimo posible: habrá elecciones nacionales en otoño y el partido no quiere concurrir a ellas con un pobre resultado colgado al cuello. Se ha distanciado de Othmar Karas (del ÖVP), vicepresidente del Parlamento Europeo; o viceversa. Dentro del partido se le considera demasiado pro-EU.