Revista de prensa Travesía por el Noroeste

Protección de la biodiversidad: cómo la legislación europea acabó en el limbo

La Ley de Restauración de la Naturaleza es un texto ambicioso defendido por ambientalistas, científicos y políticos. Pero su existencia está pendiendo de un hilo, ya que algunos actores están luchando en contra de su aprobación, pese a su gran popularidad entre los europeos, explica Ciarán Lawless en su resumen de prensa.

Publicado en 13 junio 2024 a las 10:34

La Ley de Restauración de la Naturaleza, propuesta por la Comisión Europea, es un elemento clave de la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad, y tiene por objeto abordar el hecho de que alrededor del 81 % de los hábitats naturales de Europa se encuentran en mal estado. En estos momentos todavía no se sabe si deberíamos usar el presente o el pasado para referirnos a la ley propuesta.

Pese a la fuerte oposición del grupo político más grande del Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), y tras numerosos arreglos, la ley fue aprobada por el Parlamento en febrero de 2024. Solo faltaba la aprobación del Consejo de la Unión Europea, que parecía ser definitiva hasta que Hungría decidió cambiar su voto a última hora.

Como explica (y lamenta) el Irish Times, la “política oportunista” ha dejado esta ley “en el limbo”. Según escribe el editorialista de este periódico, si bien, tras extensas consultas, la ley “tuvo una buena acogida por parte de una coalición excepcionalmente amplia de ciudadanos, ONG y empresas, y fue promovida por los mismos, las razones detrás de ella no se comunicaron de manera eficaz a muchos agricultores y ganaderos [...]. Por consiguiente, el Partido Popular Europeo halló una oportunidad para explotar las reclamaciones legítimas de los productores con antelación a las elecciones europeas y realizó una campaña agresiva contra la ley. El PPE diluyó algunas de sus disposiciones más vitales, a menudo malinterpretándolas”. En noviembre de 2023, Lorène Lavocat concluyó en Reporterre que la derecha había “saboteado” la ley y la había convertido en un “fracaso”. 

Todavía queda una oportunidad para salvar esta ley (aunque sea en su forma comprometida): bastaría con que uno de los países que se abstuvieron o se opusieron a ella cambiase de opinión para el 17 de junio, en la última reunión del consejo de la presidencia belga. Como informa Caroline O'Doherty para el Irish Independent, el ministro de Ambiente de Irlanda Eamon Ryan (Partido Verde) está haciendo un “intento desesperado” por salvar esta ley, junto con el apoyo de sus homólogos de Alemania, Francia, España, Dinamarca, Luxemburgo, República Checa, Lituania, Eslovenia, Estonia y Chipre. El llamamiento a los legisladores europeos explica que “la restauración de ecosistemas es esencial para mitigar las consecuencias del cambio climático y adaptarse a ellas, y para salvaguardar la seguridad alimentaria europea. El no actuar ahora, como líderes europeos, socavaría fundamentalmente la fe pública en nuestro liderazgo político tanto a nivel nacional como internacional”.

En un artículo reciente sobre la silvicultura en Suecia, la Sociedad Sueca para la Conservación de la Naturaleza sostiene que el destino de la Ley de Restauración de la Naturaleza (así como el futuro de los bosques suecos) también dependerá considerablemente de la composición del Parlamento Europeo después de las elecciones europeas

Una consecuencia de calificar como “populista” a la actual cosecha de partidos políticos antisistema, es que esto da a los demás la comprensible impresión de que todas sus posiciones son populares. Si bien la mayoría de los países que se opusieron a la Ley de Restauración de la Naturaleza son países donde la derecha populista cuenta con un respaldo popular significativo (Italia, Hungría, Suecia, Polonia, Países Bajos), en realidad sus habitantes muestran un gran apoyo a esta ley. 

El medio de comunicación neerlandés Biojournaal informa que la Ley de Restauración de la Naturaleza cuenta con “el apoyo del 75 % de los ciudadanos en países que no apoyan la ley”. Estas conclusiones se derivan de una encuesta llevada a cabo por Savanta para la coalición RestoreNature (una coalición de cuatro ONG: BirdLife Europe, ClientEarth, EEB y WWF EU). El 70 % de los encuestados en Finlandia y el 69 % en Países Bajos y Suecia coincidieron en que la ley debería aprobarse.

La mayoría de los encuestados también concordaron en que el declive de la naturaleza y la biodiversidad en Europa “provocaría efectos negativos a largo plazo en las personas, la agricultura y la economía”. En términos más generales, en el periódico belga Le Soir, Michel De Muelenaere observa los resultados más recientes del Eurobarómetro y señala que más de tres cuartas partes de los europeos consideran que los problemas ambientales generan un impacto en su vida diaria y en su salud. Esta cifra se eleva a ocho de cada diez personas en Bélgica y a entre el 88 % y el 98 % de la población en España, Grecia, Chipre, Malta, Portugal e Italia. Los resultados también muestran que el 84 % de los europeos coinciden en que “la legislación ambiental de la UE es necesaria para proteger el medioambiente en su país”.


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Según explica el periódico en línea belga de agricultura y ganadería Landbouwleven, Bélgica se vio obligada a abstenerse de aprobar la Ley de Restauración de la Naturaleza debido a la oposición de la región de Flandes, tradicionalmente más derechista y euroescéptica. Como se mencionó más arriba, el destino de la ley dependerá de la última reunión del consejo de la presidencia belga. Por ende, en una carta abierta publicada el 29 de mayo y dirigida al primer ministro belga Alexander de Croo, más de 70 empresas y asociaciones empresariales solicitaron a la presidencia que garantizase la aprobación “urgente” de la ley. De hecho, existen sólidos argumentos según los cuales esta ley sería buena para los negocios. 

El artículo de Landbouwleven cita a Ursula Woodburn, directora de CISL Europe y Corporate Leaders Group Europe, que declara que contar con “una política bien diseñada y favorable a la naturaleza creará nuevas oportunidades económicas, reducirá emisiones, aumentará la resistencia a las catástrofes climáticas y mejorará la salud a nivel mundial”. Más concretamente, la carta abierta de los líderes empresariales explica que según "la evaluación de impacto de la Comisión Europea para su Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE se concluyó que por cada euro invertido en la restauración de la naturaleza se ganan entre 8 y 38 euros gracias a la mitigación del cambio climático, la prevención y reducción de desastres naturales, la mejora de la calidad del agua, un aire más limpio, suelos más sanos y el aumento del bienestar general de las personas".

En el ámbito científico, Stéphane Foucart informa para Le Monde sobre la carta abierta firmada por una docena de sociedades y redes científicas para condenar el retroceso de la Unión Europea en asuntos ambientales. “Los autores critican en particular el abandono del reglamento sobre la utilización de pesticidas sostenibles, la reducción de los estándares ambientales en la Política Agrícola Común (PAC), el abandono del marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles (FSFS), el plan para disminuir los requisitos de la Directiva de Nitratos y la no aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza”, señala Foucart.

La carta abierta se subió el 29 de mayo a Zenodo, un repositorio de acceso abierto para la investigación científica respaldado por el CERN y (en el pasado) por el proyecto Horizonte 2020 de la Unión Europea. De acuerdo con los signatarios de la carta, “parece haber un espíritu antiambientalista que prevalece entre demasiados líderes europeos. Esto es preocupante por diversas razones. En primer lugar, porque una gran parte de la justificación para estas decisiones está basada en desinformación. En segundo lugar, porque estas decisiones parecen verse influenciadas de manera considerable por los intereses particulares de subgrupos específicos y corporaciones económicas en una estrecha gama de la sociedad”.

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