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“Seis meses de espera a partir de ahora”.
Un año más después de la aparición del virus en el continente, ha comenzado la campaña de vacunación contra la COVID-19. Aunque la Comisión Europea se haya hecho cargo de encargar cientos de millones de dosis a los laboratorios farmacéuticos para todos los Estados miembros de la UE, cada uno de ellos es responsable de la organización del proceso de vacunación que, en numerosos casos, ya ha alcanzado un elevado nivel de retraso por los criterios de prioridad que se han establecido en algunos países y por errores informáticos o logísticos.
Por consiguiente, existen diferencias significativas en las tasas de vacunación de la población entre algunos Estados miembros de la UE. Además, Francia y Alemania imponen medidas restrictivas más estrictas para hacer frente a una nueva ola de casos, al mismo tiempo que la Comisión Europea considera la creación de un “pasaporte de vacunación” que permita a los que lo posean circular libremente por toda la Unión. Sin embargo, se cuestiona la legalidad de este plan.
