El ministro de Finanzas británico George Osborne:
¡Gracias a mis políticas, todo el país estará muy pronto totalmente fracturado!
El Gobierno británico levantó el 13 de diciembre todas las restricciones sobre la fracturación hidráulica (conocida como "fracking" por su denominación en inglés), una polémica técnica que se considera muy contaminante y que se emplea para extraer gas de esquisto. Las perforaciones de exploración se habían interrumpido hace un año, después de que algunas hubiesen provocado ligeros seísmos.
Según Downing Street, las reservas podrían "generar miles de millones de libras" de ingresos. Un maná en un momento en el que los británicos están en medio de una estricta cura de austeridad.