“Ni sí, ni no. La República Checa se queda sola en la Unión”, señala Hospodářské noviny al día siguiente de la adopción del pacto presupuestario por el Consejo Europeo. Praga es la única, junto con Reino Unido, que ha rechazado firmar el pacto de responsabilidad presupuestaria adoptado por el resto de los 25 Estados miembros de la UE.
“El tratado no aporta ningún beneficio político ni permite que todos los países participen en las cumbre europeas de igual a igual”, se justificó el primer ministro Petr Nečas, que también ha tenido en cuenta la oposición del presidente Václav Klaus a toda integración suplementaria.
Para el diario, en la cumbre de Bruselas no se formaliza una división de Europa, sino que las decisiones tomadas revelan más bien los “diferentes puntos de vista sobre la integración y que todo el mundo puede escoger en qué sitio se queda”. En este contexto,
la República checa ha optado por no sentarse a la mesa redonda, ni quedarse en la antesala […]. Se ha decantado por “escuchar" a través de las paredes de una sala minúscula desde la que es difícil tener influencia sobre los acontecimientos en Europa.
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