El 12 de febrero, el Parlamento griego adoptó el nuevo plan de austeridad preparado por el ministro de Economía Evangelos Venizelos y exigido por la troika UE/BCE/FMI para desbloquear un nuevo préstamo a Atenas por un valor de 130.000 millones de euros. El plan será presentado al Eurogrupo el 15 de febrero, pues necesita su visto bueno para que Grecia lance una oferta pública de reestructuración de su deuda a sus deudores privados el día 17. El plan prevé una reducción de 22% del salario mínimo (hasta 586 euros brutos con 14 pagas anuales), la supresión de 15.000 empleos públicos en 2012, nuevos recortes en las pensiones complementarias y en los salarios de los funcionarios, e igualmente la reducción del presupuesto de la seguridad social y del ejército y la privatización de cuatro empresas públicas.
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