En una entrevista exclusiva al diario económico, el
ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schäuble comenta el aplazamiento de dos años concedido por Bruselas a París para llevar su déficit público al 3%.
Recordando que "Francia y Alemania tenían un deber particular" en Europa, indica que la Comisión Europea ha condicionado su aplazamiento a una obligación "de compromisos claros en lo que se refiere a las reformas necesarias".
Schäuble se refiere también a la polémica desatada por un documento interno del Partido Socialista francés que calificaba a Angela Markel de "canciller de la austeridad":
En lugar de abordar las verdaderas causas de los problemas actuales, algunos políticos prefieren buscar chivos expiatorios. Esta tendencia también la tenemos en Alemania. Pero lo importante, a fin de cuenta, es lo que digan los Gobiernos y los pueblos. Y los dos Gobiernos han expresado con claridad la importancia que atribuyen a la amistad franco-alemana.