Putin tiene ganas de ver gente. Después de su visita a Crimea el sábado 18 de marzo para celebrar los nueve años de su anexión ilegal y de la del día siguiente, en Mariúpol, ahora ha recibido al presidente chino Xi Jinping en Moscú. Así, el secretario general del Partido Comunista, que llegó el lunes 20 de marzo, es el primero en visitar a Putin desde la emisión de una orden de detención internacional contra el presidente ruso por parte de la Corte Penal Internacional (CPI), dirigida también a María Lvova-Belova, comisionada rusa para los derechos del niño.
Su cargo es la deportación ilegal de niños ucranianos durante la invasión rusa.
Sin embargo, esta noticia no parece sacudir a estas dos naciones, ya que ninguna firmó o ratificó el Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la CPI, ni reconoce su autoridad. De esta manera, pueden permitirse tener tres tranquilos días de negociaciones en Moscú, durante los cuales dialogarán sobre soluciones a la guerra en Ucrania, un tratado de paz, el apoyo a la ofensiva rusa y la neutralidad china.