“Una ola de protestas inunda Europa. Los polacos dan ejemplo de cómo hacer frente al ACTA” titula Rzeczpospolita, tras las manifestaciones celebradas contra el Acuerdo comercial anti-falsificación y anti-piratería (ACTA, por sus siglas en inglés) en 150 ciudades el pasado fin de semana, donde Alemania y Holanda se convirtieron en los principales escenarios de las protestas. El polémico acuerdo multilateral pretende el establecimiento de una normativa internacional que garantice el respeto de la propiedad intelectual, pero sus detractores la acusan de vulnerar los derechos civiles y digitales.
“Han seguido el ejemplo polaco”,se congratula Rzeczpospolita, señalando que las primeras manifestaciones masivas contra ACTA, que tuvieron lugar el pasado mes de enero en numerosas ciudades polacas, llevaron al Gobierno a “suspender” el proceso de ratificación del acuerdo.
Ahora también Alemania, uno de los principales defensores del mencionado proyecto legislativo, empieza a replantearse su ratificación y esto, tal y como apunta Polska The Times, implicaría “la muerte prematura del ACTA”. El óbito del acuerdo será probablemente firmado y sellado por el Parlamento Europeo en junio. Según el diario
Los políticos se merecían un tirón de orejas tras haber olvidado su deber de escuchar la voz del pueblo.
Gazeta Wyborcza, por su parte, advierte de que el rechazo del ACTA no contribuirá a asegurar que los autores reciban una “compensación justa”:
La ley de propiedad intelectual no es perfecta y entraña patologías [...] podemos decidir que se trata de una reliquia del pasado y permitir a todo el mundo copiar lo que quiera, pero en ese caso necesitaremos encontrar otras fórmulas para recompensar la creación.