Michel Petite, presidente del comité de ética de la Unión Europea y encargado de controlar la influencia de los grupos de presión, renunció a su puesto el 18 de diciembre, debido a que "su posición se había vuelto insostenible" po un conflicto de intereses, informa De Standaard.
Los eurodiputados verdes José Bové y Bart Staes revelaron el pasado año que cuando era abogado en el bufete Clifford Chance, Petite defendió al menos dos veces los intereses del fabricante de tabaco Philip Morris en reuniones con la Comisión Europea.
A instancia de tres organizaciones no gubernamentales, el pasado febrero, la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, aconsejó a la Comisión sustituir a Petite, calificando como "inaceptable" el menor atisbo de conflicto de intereses.
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