“El fantasma de una nueva recesión en la UE se hizo ayer patente en los mercados financieros. Las bolsas del continente sufrieron las caídas más severas en los últimos meses”, escribe El Mundo. “Alemania hizo saltar las alarmas esta semana con la drástica revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento, que ayer se tradujo en una caída de la rentabilidad del bono alemán a mínimos históricos”, añade el diario:
El FMI ya había advertido del enfriamiento de las mayores economías europeas. El riesgo de ese posible estancamiento generalizado de la zona euro lo avivan, sobre todo, las renqueantes Francia e Italia. Los últimos gobiernos galos no han conseguido enderezar el rumbo: su economía no es capaz de recuperar la competitividad y el Ejecutivo de Manuel Valls encuentra dificultades para aplicar su programa reformista.