
Tras el miedo, la polémica. A la vista de que la gripe A/H1N1 ha sido menos grave de lo previsto y que los europeos se han vacunado poco contra la pandemia, varios gobiernos tratan de deshacerse ahora de las dosis innecesarias.El 7 de enero, los ministros de Sanidad de los Länder entablaron negociaciones con el laboratorio GlaxoSmithKline para anular la mitad de la partida encargada por el gobierno alemán, en total 50 millones de dosis de la vacuna. Por el momento, sólo el 10% de la población alemana se ha vacunado. Según el Tagesspiegel, Berlín se está planteando la posibilidad de vender las dosis superfluas a países como Irán, Irak, Kosovo, Ucrania o Turquía.
En Francia, el gobierno acaba de anular una partida de 50 millones de dosis, de un total de 94 millones, y trata de dar salida a decenas de millones de vacunas a punto de caducar. Se han vendido ya 300.000 dosis a Qatar y 2 millones a Egipto. Además, se presume Los Países Bajos tengan la intención de revender 19 millones de dosis de los 34 adquiridos.Por su parte, España ha bloqueado la producción de 23,5 millones de dosis de los 37 previstos, “gracias a una cláusula introducida en los contratos” que permitía adaptar las entregas a las necesidades, según explica El País. El Ministerio de Sanidad estudia “la posibilidad de donar o revender” las vacunas adquiridas, observa también el periódico madrileño, una vez garantizada la protección de los grupos de riesgo. Las vacunas no utilizadas podrían venderse a países de la UE que no han llegado a ningún acuerdo con los laboratorios productores, como Polonia o Bulgaria. “Estas vacunas podrían venderse a precios inferiores a los pagados por el Ministerio de Sanidad, en el marco de una iniciativa solidaria con estos países europeos, o bien donarse a países en vías de desarrollo, como ha propuesto el presidente norteamericano Barack Obama”, precisa El País.
Mejor pasarse que quedarse corto

¿Es este el final de la historia? En Berlín, el Tagesspiegel previene en portada que aún es posible que se produzca una segunda oleada de la gripe A. “Nadie sabe cómo evolucionará el virus en el futuro”, estima un portavoz del gobierno citado por el periódico. En un comentario, el Tagesspiegelrecuerda que cuando apareció el virus la población entró en pánico y propició la reacción de los políticos. No hay que criticar pues a la clase política, ni tampoco vender las vacunas antes de que el peligro haya desaparecido totalmente.

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