“Tengo ganas de relaciones europeas”. Así reza el eslogan de los preservativos que han repartido Los Verdes en los Países Bajos, un juego de palabras que cobra sentido completo en neerlandés (gemeenschap puede significar también comunidad, dependiendo del contexto).
“¿Humor o desánimo?”, se pregunta el cronista Willem de Bruin en el diario Volkskrant. Se trata, en cualquier caso, de un buen reclamo para impulsar el proyecto europeo —ese “rollo” que no “pone” nada a los jóvenes— en un país famoso tanto por su tolerancia como por el abstencionismo en las elecciones europeas. En el extremo contrario del espectro político, los liberales neerlandeses han recurrido a la imagen de un ventilador de bolsillo en el que puede leerse “Fan of Europe” (en inglés, fan significa también ventilador). El mensaje está bastante claro, los ciudadanos suelen seguir con más atención a actrices y equipos de fútbol que a las instituciones europeas... ¡Hay que ser fans de Europa! En cualquier caso, estas maniobras de comunicación ponen de manifiesto que los partidos apuestan, hoy más que nunca, por los jóvenes. Todos con el mismo objetivo, convencerles de que vayan a votar. Desgraciadamente, en palabras de Willem de Bruin, “ni los preservativos de Los Verdes, ni los ventiladores conseguirán movilizar al electorado”.
Mientras que Los Verdes de los Países Bajos invitan a los jóvenes al acercamiento físico, en otros países dan el paso de la unión libre al matrimonio y sus límites. Los liberales rumanos dicen sí al matrimonio con Europa y a todo lo que conlleva. “En las alegrías y en las penas”, así reza el eslogan de la campaña del partido demócrata liberal. La Unión Europea se concibe como una unión entre dos personas, en la salud y en la enfermedad, pero para el diario rumano Cotidianul se trata tan sólo de un eslogan para tiempos de crisis.
¿Es Europa un matrimonio sin futuro?, ¿una relación de amor y odio, necesaria e inevitable, como los matrimonios mundanos? Puede ser, sobre todo si los electoresdeciden votar masivamente a los candidatos liberales. “En caso contrario, la culpa se la echarán al eslogan”, se mofa el periodista Dan Andronic en su blog 100 % política, 1 % manipulación.