Cerca del mercado central de Tiflis, junio de 2025. | Foto: ©GpA Tbilisi greens market

Los negocios georgianos empiezan a pagar el precio de la deriva del país hacia Rusia 

Mientras las cifras oficiales del gobierno pro-Kremlin celebran un auge récord del turismo, en el sector de la hostelería georgiano se están produciendo cierres, despidos y bajadas drásticas de precios, ya que la agitación política y la incertidumbre ahuyentan a los visitantes europeos y frenan la recuperación local.

Publicado en 14 octubre 2025
Tbilisi greens market Cerca del mercado central de Tiflis, junio de 2025. | Foto: ©GpA

“Gracias por formar parte de la aventura... ¡Viva Georgia!”. Estas fueron las palabras que el restaurante Bushmala publicó en las redes sociales para despedirse de sus clientes. Tras ganar un concurso culinario, los hermanos decidieron abrir un bar de comida rápida en la calle Simon Chikovani de Tiflis. Sus recuerdos de infancia inspiraron el nombre y el concepto: “Un Bushmala [níspero en georgiano, un árbol frutal procedente de Asia] crecía en nuestro jardín de Zestaponi, una ciudad del este del país.

Nos subíamos a él cuando nuestra abuela se enfadaba con nosotros; jugábamos a su alrededor y desde ahí mirábamos a la calle, tirándonos los nísperos entre nosotros. El concepto de nuestro menú se inspira en el sabor de esta fruta, que hemos modernizado”, afirma Nodar Turashvili, cofundador de Bushmala.

En el bar trabajaban tres miembros de la familia y tres empleados contratados. Nodar afirma que su negocio tuvo éxito y estaba creciendo de manera constante. “A finales de noviembre, nuestros ingresos igualaban nuestros gastos. Esperábamos obtener beneficios a partir de ese momento, porque habíamos trabajado durante un año y medio para llegar a ese punto y habíamos puesto todos nuestros recursos en el negocio. Sin embargo, a partir de diciembre, las cosas se ralentizaron de golpe. Tuvimos que plantearnos si era viable seguir acumulando deudas o cerrar. Como el futuro se presentaba poco prometedor, no quisimos arriesgarnos a endeudarnos en un momento de tanta incertidumbre”.

El equipo se tomó la decisión con conmoción. Nodar afirmó: “Sinceramente, plantearse el cierre fue doloroso, pero teníamos la esperanza de que coincidiera con una mejora de la situación del país. De momento, es imposible predecir nada, ni siquiera de un día para otro. Pero no perdemos la esperanza y creemos profundamente que algún día volveremos a estar donde estábamos”.

Bushmala no es el único negocio que ha cerrado. La Asociación de Restaurantes, que agrupa a 650 empresas de alimentación y catering de Georgia también destaca la crisis del sector. Shota Burjanadze, fundador de la asociación, explicó: “es difícil dar cifras exactas, pero ahora mismo, al menos un restaurante al día cierra, se traspasa o se alquila”. En su opinión, el sector HORECA [hoteles, restaurantes y cafeterías] se ha visto perjudicado por la falta de clientes locales y la disminución del número de turistas.


“Teniendo en cuenta la situación actual, no nos extraña que tengamos menos visitantes europeos. La situación general les ha afectado” – Tamuna Dolidze


“De 2023 a 2024, el sector HORECA se solía quejar de la escasez de personal, por lo se buscaba  gente constantemente para trabajar en el sector. Sin embargo, estamos ante una situación sin precedentes: la demanda de empleo es superior a la oferta”, afirma Shota Burjanadze. El fundador de la Asociación de Restauradores nos dijo que los restaurantes pequeños son los más afectados por los cierres, pero también es el caso de algunos grandes. Por otro lado, añadió que durante la pandemia también habían estado en crisis, pero que ahora es diferente debido a la incertidumbre: “No tenemos ni idea de lo que nos depara el futuro”.

El sector de la restauración no es el único que habla de crisis e incertidumbre. “No hay clientes. Solíamos tener grupos de visitantes que venían a catar vinos, traídos por sus guías. Este mes apenas hemos tenido grupos. La situación es peor que en diciembre”, declaró Nikoloz Shekriladze, director general del Hotel Villa Harvest (Villa Mosavali).


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El hotel, que cuenta con una bodega y un viñedo propios, está situado en Akhalubani, un pueblo cercano a Tiflis. A lo largo del año, el hotel acoge a numerosos visitantes locales e internacionales, así como conferencias y visitas a la bodega. Sin embargo, Shekriladze nos dijo que la situación empeoró a finales de 2024: “Por estas fechas el año pasado, teníamos visitas cada tres o cuatro días. Ahora, igual solo tenemos un grupo al mes, sobre todo extranjeros. Lo que más les interesa es el viñedo, la cata de vinos y la visita a la bodega. Este mes hemos tenido dos grupos para catar vinos. Durante el mismo periodo del año pasado, se organizaban catas de vino por lo menos una vez cada cuatro días”. Shekriladze afirmó que habían recibido cancelaciones de reservas para conferencias y actos similares.

En Villa Harvest, trabajan setenta empleados. A pesar de la crisis, la empresa afirma que está intentando mantener a toda la plantilla.

“Teniendo en cuenta la situación actual, no nos extraña que tengamos menos visitantes europeos. La situación general les ha afectado, por lo que han cancelado sus viajes. Cuando viene alguien, lo primero que pregunta es si viajar a Georgia es seguro. Explicamos que se siguen celebrando manifestaciones, pero que no son peligrosas para los turistas. Con todo, siguen sin estar convencidos: la seguridad es lo más importante para los europeos”, afirma Tamuna Dolidze, directora de operaciones de la empresa turística Winglet. También comentó que a los turistas de Asia no les afecta de la misma manera: “los visitantes de India o China no han cancelado reservas. No suelen preguntar si la situación es peligrosa y confían en nuestra explicación. Los europeos son más cautos”.

Las estadísticas oficiales frente a las cifras del sector privado

Según las estadísticas oficiales, en 2024 llegaron a Georgia 6,5 millones de visitantes internacionales. De ellos, 5,1 millones eran turistas, mientras que los 1,4 millones restantes correspondían a tránsitos de un día. Por primera vez, los tránsitos igualaron las cifras de 2019, el último año antes de la pandemia.

La mayor oleada de turismo se registró en el primer trimestre de 2024, pero las cifras disminuyeron en los trimestres siguientes. Una investigación realizada por el banco de inversiones Galt and Taggart cita la “inestabilidad política del país” como un factor significativo en el descenso de visitantes, sobre todo procedentes de la Unión Europea.

Según la Administración Nacional de Turismo, en 2024 se registró un récord de turistas internacionales, con un crecimiento del 9 %, así como un récord de ingresos de 4,4 millones de dólares para el país. Maia Omiadze, directora de la Administración Nacional de Turismo, se mostró optimista de cara a 2025. Sin embargo, el sector privado tiene una opinión diferente: Shalva Alaverdashvili, cofundador de la Federación Hotelera, afirmó que era humillante para el sector decir que se han registrado unos ingresos récord cuando, en realidad, los hoteles se ven obligados a bajar sus precios a los niveles más bajos de los últimos años para poder sobrevivir.

Alaverdashvili reiteró que “hacía 30 años que los precios no eran tan bajos en Tiflis”. Asimismo señaló que los hoteles de la capital se encuentran en la peor situación posible, hecho que ha repercutido negativamente en el empleo y se ha traducido en una reducción de plantilla. “En diciembre de 2024, bajó un 35 % en comparación con diciembre de 2023, y en enero de 2025, bajó un 38 % en comparación con enero de 2024”, nos dijo.

Alaverdashvili afirma que las cifras de la Administración Nacional de Turismo distan mucho de la realidad, que es mucho más sombría de lo que las autoridades hacen creer. La Administración Nacional de Turismo afirma que no es cierto que Georgia tenga menos turistas, sino que el problema reside en el insuficiente número de habitaciones de hotel. “El sector ha crecido. Por lo tanto, si un hotel no tiene visitantes, es que se han ido a otro”. Según la investigación de Galt and Taggart, la tasa de ocupación de los hoteles de Tiflis en el cuarto trimestre de 2024 fue del 48,5 %, frente al 51,4 % del mismo periodo de 2023. Mientras tanto, el precio medio de una habitación de hotel bajó de 95 USD a 85 USD.

¿Boom turístico o crisis económica?

El pasado mes de febrero, Transparency Internacional - Georgia publicó un informe titulado “Los efectos de la crisis política interna y las sanciones en la economía georgiana”. Según esta investigación, las sanciones impuestas por los países occidentales y la crisis política interna ya están influyendo en cierta manera en la economía georgiana, como demuestran la ralentización del crecimiento económico, la devaluación del lari (GEL, la moneda georgiana), la reducción de las reservas del Banco Nacional y el deterioro del clima inversor.

A la hora de considerar las perspectivas de futuro, el documento hace referencia al Informe sobre el clima económico del PMCG de Georgia. Según este informe, los economistas valoran negativamente la situación económica actual del país y prevén que siga empeorando en los próximos meses. “En general, las expectativas desempeñan un papel importante en la economía. Cuando son negativas, las inversiones disminuyen y tanto la población como las empresas adoptan una actitud cauta, lo que reduce la actividad económica”, escribe Transparency International – Georgia.

Según los expertos, el cambio de la situación económica depende de la magnitud y el alcance de las sanciones occidentales previstas. Teniendo en cuenta la naturaleza específica de la economía de Georgia, la organización no descarta la posibilidad de que el empeoramiento de las relaciones exteriores provoque una devaluación significativa del lari y la consiguiente inflación.

El sector del turismo y la hostelería están atrapados entre dos realidades: los informes oficiales hablan de crecimiento, pero los negocios locales experimentan un declive drástico. Las estadísticas muestran que el número de turistas internacionales ha alcanzado el nivel de 2019, pero el sector privado no percibe ingresos tangibles. Los hoteles y restaurantes se ven obligados a reducir precios, recortar sus plantillas o cerrar.

Es evidente que la crisis política y la incertidumbre son los factores que más influyen en este sentido. Será interesante ver cómo afecta la crisis a la economía georgiana a largo plazo y si el gobierno abordará los problemas planteados por el sector privado. 

👉 Artículo original en Publika 

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