La carne de lasaña congelada elaborada por Findus, una de las empresas alimenticias más importantes de Europa, era en realidad de carne de caballo, y no de vacuno. Este es el último capítulo del escándalo sobre la contaminación de la comida, que comenzó el pasado mes y que detectó trazos de carne de caballo en las hamburguesas comercializadas por supermercados en el Reino Unido, Irlanda, Polonia y Francia.
Findus ha manifestado que su suministrador, Comigel, con base en Francia, ha estado suministrándole "carne de vacuno" durante más de dos años. Findus ha retirado 180.000 de sus productos de la venta y lanzado una investigación.
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