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Es una cuestión de días, puede que de horas, que la gripe A llegue a Polonia, según la primera página del diario Polska. La epidemia se extiende en la vecina Ucrania, donde 53 personas han fallecido ya y hay 200.000 infectadas por el virus. La primera ministra ucraniana Yulia Timochenko ha impuesto el cierre de los colegios y los cines, y la OMS [Organización Mundial de la Salud] ha enviado a sus inspectores. "La gripe no conoce fronteras. No hay razón para creer que Polonia quede al margen de la gripe", afirma el profesor Pawel Grzesiowski, del Instituto Nacional de Salud Pública.
El gobierno polaco ha recomendado calma a la población, pero las provincias fronterizas con Ucrania ya han tomado medidas de prevención cotra la epidemia: los hospitales están preparando centenares de camas, y desde los controles fronterizos se están llevando a cabo inspecciones sanitarias. El gobierno ucraniano ha pedido ayuda a Polonia. Y Varsovia ha respondido con el envío ayer a la ciudad de Lvov de un respirador, máscaras protectoras y medicinas.
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