“Los belgas combaten en el bando [de los aliados]”, titula De Standaard. El diario explica que el 21 de marzo se enviaron cuatro F16 belgas a Libia, unas horas antes de que la Asamblea Nacional autorizara la participación del reino en las operaciones militares por 125 votos de 126. Una decisión “sorprendente”, estima el diario, puesto que la formación de Gobierno se encuentra suspendida desde hace más de 280 días y el país cuenta con un Gobierno de “asuntos ordinarios”, que no debería adoptar tales decisiones. “El tema de Libia revela un nuevo mecanismo”, —observa De Standard— al que, sin embargo, no se puede recurrir para resolver las cuestiones de política nacional: “El Parlamento ha manifestado una visión común sobre Libia pero no sobre Bélgica”, lamenta el rotativo.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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