Un nuevo escándalo hace temblar a la justicia rumana, indica România liberă, que titula "Sistema podrido. Once jueces de la corte suprema inculpados por corrupción". El 7 de octubre, La Dirección Nacional Anticorrupción ha abierto una investigación sobre once magistrados de la Alta Corte de Justicia y de Casación sospechosos de haber recibido regalos y beneficios en especie de Florin Chiriac, un hombre de negocios rumano afincado en Francia e implicado en varios procesos, según explica el diario de Bucarest. El periódico añade que otros tres jueces han sido también objeto de una investigación preliminar.
"Es una forma de corrupción que causa daños inmensos al país, los veredictos amañados habrán costado ya al presupuesto [del Estado] varios miles de millones de euros", [señala România liberă en su editorial](http:// http://www.romanialibera.ro/opinii/editorial/instanta-suprema-sub-scutul-anti-sistem-240301.html), que también advierte de que se trata de un asunto en el que "habitualmente se centran las quejas por parte de la Unión Europea y los Estados Unidos". A causa de la corrupción y de la falta de profesionalidad de la justicia, "las empresas eligen otros países para implantarse", lamenta el diario, porque Rumanía "es un país en el que puedes morir inocente si no pagas sobornos a los jueces."
Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.
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